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Vuelve

"Me dijeron ve a por todo y fui a por ti" - Beret

Vuelves. Te vas.
Vuelves a volver.
Vuelves a volver a irte.
Vuelves a doler.
Vuelvo a...

Vuelvo a quererte.
Vuelvo a querer que no te vayas.
Vuelvo a irme para saber quererte.
Vuelvo a querer quererme.
A querer quererte.

-"Quiero que te quedes"
-"Vete y no vuelvas"
Vuelta a volver a quererte.
Vuelta a volver a no volver a quererte nunca más.
Vuelta a volver que no vuelvas a irte.
Vuelta a volver.

-"Vete que ya me cansé"
-"Por favor vuelve, esta vez será distinto"
-"Vuelves a mentir"
-"Vuelvo a volver a mentir para que te quedes"

-"Quédate y no te vayas"
-"Y vuelta..."
-"Volveré..."
-"Volverás a no volver a quererme"
-"Volveré a querer que no te vuelvas a ir"
-"Volverás a querer que nunca hubiera vuelto"
-"No te entiendo"
-"La vida da muchas vueltas"
-"Acabará gustándome esa sensación"
-"Te acabarán gustando otros"
-"Te acabarán gustando otras"
-"Ninguna me haría volver tantas veces"
-"Ninguno hará que me vaya"

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Piensa en la sucesión de casualidades que te han llevado a conocer a equis. Piensa en ese tren o ese viaje sin el que ahora mismo no querrias ser la estación favorita de equis ni incendiar todo el invierno que tiene en sus labios. Sin esa palabra inutil a destiempo quizás ahora mismo el silencio que hay entre vosotros no se te antojara ruido. Puede ser que al tratar de despejar la ecuación, incognita y resultado coincidieran en que equis es a la vez error y solución del problema. Recuerda las carreras en las que equis pensaba que lo importante era llegar antes y no a la vez. Y recuerda como llegasteis a las carreras, y a los descansos en los besos de las carreras,  y a las carreras de besos, y a la resistencia de besos entre carreras, y a la resistencia del casi beso del final, y a la resistencia que le ponias a tus ganas, y a tus ganas. Acuerdate de las conversaciones a ojos vendados, de las ganas de volar todo por los aires y acabar prefiriendo siempre sent

A ciegas

Fuimos el libro que no hacia falta leerse para saber que en nuestro final, nadie acabaría comiendo perdices. Fuimos todos los errores a ciegas, todo aquello que no nos dijimos a tiempo, un "te quiero" susurrado, un "no te vayas" gritado a los cuatro vientos. Fuiste lágrima sobre lágrima, miedo sobre miedo, tú sentada sobre mí,  y yo, tocándote el pelo. Fuiste cielo, mi "quédate, pero vete" más sincero, mis ganas de verte de nuevo, mil ganas de no volver a vernos. Fuimos todas las risas,  todos los besos, todos los días pendiente de tu cuerpo, todas las noches pendiente de tus retos. Saco bandera blanca  en la guerra de mis sentimientos, rendirse no formaba parte del juego hasta que tú, disparaste primero. Mi verso en la sien más difícil de recitar, un adiós que me quemaba en el pecho, un "perdón, no te merezco", un perdón que no te debo.

No(s)otros

Y a no creo en canciones de amor, ni en todos esos cuentos de finales felices, en las películas con subtítulos grises que hacen tambalear el corazón. Bailo con la resaca de tus ojeras en mi pecho y sospecho de tus manos cuando hablan de perder la razón. Las ganas intactas y el reloj apresurando los últimos compases de colchón. De tocar notas entre las sábanas y buscar miradas que exijan atención. Que la vida merece la pena cuando nuestras retinas se cruzan con discrección y que hay mil maneras de cumplir condena por haberte dejado ir de mi habitación. Hube podido pensarte de reojo todas las noches que aposté por lo poco que quedaba de nosotros dos. Que no somos otros más que los históricos de las mil noches con sol. Aún siento tus palabras en la sien y busco la forma de coger un tren que sea la vía a tenerte otra vez. Miro por la ventana como si ella me diera la explicación de porqué no te supe tener. Quiero susurros de locura y una dosis de amargura p

lo que nunca te dije descansa en el cenicero

Quiéreme como si no te lo estuviese rogando, como si no estuviese tiritando de miedo en cada esquina y tú no me hubieses incluido en la lista de mendigos a los que la gente mira de reojo por si acaso la tristeza les contagiara.  Niégame tres veces, he ahorcado al gallo y a mis entrañas y me he jurado ante un almacén de pena y noche que esta será la última que broten adioses improvistos en mis ojeras.  Dime qué pasa si no pasa nada,  si me desvanezco entre tus ganas y la ceniza se recrea en el hueco en el que han dejado de sonar tus palabras. Cuéntame cómo edificaste cada posibilidad para después despoblarla de intención  mientras yo cierro los ojos y finjo que me duermo en algún pasado que me sacrifique la realidad.  Escúpeme los motivos,  tengo una prisa desgastada en las manos anhelando limpiar la devastación,  queriéndote por encima del miedo a querer.  Mátame la inspiración,  desescríbeme las letras que te traigo tatuadas hasta que la piel se deshaga al contacto y no me queden grit

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Quizás este sea el intento de poema que más pasos me ha costado dar. Lo dejo con cuidado, porque habla de mí. Y eso, a veces, da miedo. Sigo fallando, fallandome. Sigo apostando por los besos no dados, por los 'joder tío' delante del espejo. Jodido por los espejismos del abismo. Sigo siendo flor de un día y tu sigues teniendo tantísima primavera por dentro. Y claro, claro que me miro y no me veo porque no me quiero ver así. Contigo. Sin ti. Claro que tengo monstruos debajo de la cama, y miedos cuando se enciende la luz. Claro que quiero querer el niño que llevo dentro, el adolescente que llevo fuera y solo me sale culparme de to'. Claro que lloro cuando echo de menos, cuando me sobra el mundo y solo me queda mi habitación. Claro, joder, claro. Nítido. Cristalino. Transparente. Como la parodoja de no saber cómo quererme pero saber. Quererte .