Ya no creo en canciones de amor,
ni en todos esos cuentos
de finales felices,
en las películas con subtítulos grises
que hacen tambalear el corazón.
Bailo con la resaca de tus ojeras
en mi pecho
y sospecho de tus manos
cuando hablan de perder la razón.
Las ganas intactas
y el reloj apresurando los últimos compases de colchón.
De tocar notas entre las sábanas
y buscar miradas que exijan atención.
Que la vida merece la pena
cuando nuestras retinas se cruzan con discrección
y que hay mil maneras de cumplir condena
por haberte dejado ir de mi habitación.
Hube podido pensarte de reojo
todas las noches que aposté
por lo poco que quedaba de nosotros dos.
Que no somos otros más que los históricos
de las mil noches con sol.
Aún siento tus palabras en la sien
y busco la forma de coger un tren
que sea la vía a tenerte otra vez.
Miro por la ventana como si ella me diera
la explicación de porqué no te supe tener.
Quiero susurros de locura y una dosis de amargura
para cuando tu culo pase de mí sin querer.
Vete haciendote a la idea
de que no habrá primavera
hasta que mires a tu lado
y abraces el ultimo ápice de mi ser.
ni en todos esos cuentos
de finales felices,
en las películas con subtítulos grises
que hacen tambalear el corazón.
Bailo con la resaca de tus ojeras
en mi pecho
y sospecho de tus manos
cuando hablan de perder la razón.
Las ganas intactas
y el reloj apresurando los últimos compases de colchón.
De tocar notas entre las sábanas
y buscar miradas que exijan atención.
Que la vida merece la pena
cuando nuestras retinas se cruzan con discrección
y que hay mil maneras de cumplir condena
por haberte dejado ir de mi habitación.
Hube podido pensarte de reojo
todas las noches que aposté
por lo poco que quedaba de nosotros dos.
Que no somos otros más que los históricos
de las mil noches con sol.
Aún siento tus palabras en la sien
y busco la forma de coger un tren
que sea la vía a tenerte otra vez.
Miro por la ventana como si ella me diera
la explicación de porqué no te supe tener.
Quiero susurros de locura y una dosis de amargura
para cuando tu culo pase de mí sin querer.
Vete haciendote a la idea
de que no habrá primavera
hasta que mires a tu lado
y abraces el ultimo ápice de mi ser.
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