Anochezco, y tú
jugando entre mis fibras nerviosas,
colgandote de ojalás
sobre el bordillo de nuestra calle favorita.
jugando entre mis fibras nerviosas,
colgandote de ojalás
sobre el bordillo de nuestra calle favorita.
Me corto las entrañas
con las lágrimas sobre el papel.
Mojado,
como el futuro sin ti,
como la cama contigo.
con las lágrimas sobre el papel.
Mojado,
como el futuro sin ti,
como la cama contigo.
Me descubro mirándote
de reojo cualquier sábado tarde,
reprimiendo los impulsos que me dicen
que aunque hubiera segunda parte,
esta tampoco sería diferente.
de reojo cualquier sábado tarde,
reprimiendo los impulsos que me dicen
que aunque hubiera segunda parte,
esta tampoco sería diferente.
Ahora asumo todas las sombras
que buscaban alimento.
Las cuido.
Serán ellas las que se queden
cuando todo se haya ido.
que buscaban alimento.
Las cuido.
Serán ellas las que se queden
cuando todo se haya ido.
Ahora, aunque tarde,
descubro que la vida
son las rodillas raspadas de un niño,
el aliento en la nuca del destino.
descubro que la vida
son las rodillas raspadas de un niño,
el aliento en la nuca del destino.
Fíjate,
hubo momentos en los que nos creímos invencibles,
lugares en los que nos sentimos a salvo,
canciones en las que no quisimos odiarnos.
hubo momentos en los que nos creímos invencibles,
lugares en los que nos sentimos a salvo,
canciones en las que no quisimos odiarnos.
Fíjate,
nuestra esperanza en un cuadro,
la utopía de tu alma en mis brazos.
nuestra esperanza en un cuadro,
la utopía de tu alma en mis brazos.
Y al final resulta que
para conseguirlo sólo hay que intentarlo.
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